Yo creo mi realidad - Jorge Berroa

Sesión II, abril 18 de 2015.
Si reconozco que yo creo mi realidad, yo puedo aceptarla y por lo tanto puedo cambiarla.

Hemos elegido como marco para el trabajo de estos tres meses: Conócete a ti mismo, sustentado en el poder del pensamiento, esto entendido como la capacidad de pensar lo que yo quiero pensar en el momento preciso, lo cual me alinea a mi capacidad de crear, si mi pensamiento crea y yo decido en conciencia qué pensar, entonces sé que estoy creando. Al mismo tiempo reconozco que todo lo que yo vivo sin excepción es producto de mi propia creación ¡qué responsabilidad!

Pero cuando yo asumo esta responsabilidad también estoy asumiendo mi propio poder, ya no está en otro, sino en mí mismo; aquí entra en juego la voluntad, la voluntad no es ir en contra de mí mismo, la voluntad está asociada a la capacidad de alinearme a mí mismo, en muchas circunstancias esto que pareciera ser tan fácil -estar a bien con uno mismo- resulta una tarea titánica.

Por lo anterior, en la primera parte de esta sesión, hemos trabajado con otros amigos que han estado ayudándonos precisamente a desprogramar aquellas circunstancias que de manera personal, familiar, social, cultural, histórica e inclusive de manera biológica están determinándolos.

Toda su historia se convierte en biología, eso que llaman ADN no solamente recoge la historia familiar, también recoge la historia completa de la humanidad, el ADN es un mapa infinito, qué de acuerdo a sus propias experiencias, a sus propias circunstancias y a su propia familia va contactando con determinadas posibilidades, ¿eso qué significa? y ¿qué implica?, que no es una determinación absoluta y que sí­ está en cada uno, el poder definir qué parte de mi ADN quiero o qué parte de mi ADN no quiero que se manifieste. Esto tal vez hoy ya no parece tan descabellado, porque si ustedes buscan la ciencia humana ya ha llegado a estas conclusiones.

Con cada experiencia de vida hay una reacción electromagnética, que se convierte en reacción bioquímica, esta bioquímica va a cada célula de su cuerpo y penetra a los núcleos celulares y es de esta manera como se conectan los aspectos del ADN que potencialmente están en cada uno, por lo tanto, está en mí definir qué quiero reconectar.

La pregunta es hoy y aquí ¿cuál es la naturaleza de mi experiencia? Si tú pudieras definir ¿cuál es la emoción que prevalece con un mayor porcentaje en mí día a día? Siéntelo, recuérdalo, piénsate a ti mismo, hoy en la mañana, ayer, antier y toda la semana. Alguien dice enojo ¿Sabes que bioquímica le estás generado a tu cuerpo? ¿Sabes tu futuro entonces? ¿Crees que se tenga que ser clarividente para conocer tu futuro? Ese es autoconocimiento, conócete a ti mismo.

¿Dónde entra la voluntad en esto? ¿Dónde entra el poder del pensamiento en esto? La invitación es a que tengas la voluntad de observarte, y ya que te observaste puedes decidir yo quiero cambiarâ... Sin embargo, cuando cruzas el umbral de este lugar se te olvida ¿estás usando el poder del pensamiento? -no queridos amigos-, yo sí puedo pensar lo que quiero pensar en el momento que lo quiero pensar y eso en qué se traduce, en acción, porque cuando dejo este lugar tengo la voluntad de sostener un pensamiento y entonces tengo la voluntad de sostener una acción. La voluntad es ir con uno mismo, la voluntad no es ir en contra de sí, o forzarse a...¦

¿Cómo nace la voluntad? Cuando realmente me conecto a mí, cuando realmente llego a mí ¿Quién se ha hecho lobotomí­a? ¿Lo recuerdan? ¿Cuáles son sus consecuencias? ¿La pérdida de la voluntad? ¿Querer hacer lo mismo siempre?, ¿Rutinizar mi vida?,  ¿Les cuesta trabajo romper la rutina mis amigos? Se han hecho lobotomí­a, ¿es irreversible? Pues no, no es irreversible y para esto, para contrarrestar mi propia lobotomí­a está el poder del pensamiento, yo sí puedo pensar lo que quiero pensar en el momento que lo decido, porque esto se convierte en acción y manifestación

La tarea de la sesión pasada fue hacer algo a voluntad, no era necesario iniciar con una gran tarea a la que después renunciaran, era por ejemplo, hacer una sentadilla al despertar, sencillo ¿verdad? pero ahí­ empezamos el movimiento y la activación del lóbulo frontal ¿de qué otra manera puedo activar el lóbulo frontal? Aprendiendo algo nuevo, los primeros momentos de un aprendizaje, andar en bicicleta, por ejemplo, mientras ustedes no adquieren maestría, es trabajo del lóbulo frontal, en cuanto se adquiere la habilidad es trabajo de otra región del cerebro, entonces la tarea fue aprender algo diariamente.

¿Cómo será mi vida en diez años? Sí­ lo puedo saber. Yo les diré que hoy están construyendo su mañana, y he aquí­ entonces un aspecto más que hay que destacar, lo que hoy es hay que aceptarlo, qué sentido tiene ir en contra de lo que ya es. Antonio* lo resume en una frase -si sucede, conviene- si ya es no hay que pelearse con ello, ya es lo asumo, lo acepto, lo tomo, pero en la consciencia de que hoy estoy construyendo mi mañana, entonces hoy sí­ puedo crear mi futuro.

Para ejemplificar lo anterior, hoy yo me doy cuenta que la emoción que ha prevalecido en mi es el enojo; evidentemente a la emoción del enojo le corresponde una reacción electromagnética especifica, eso incluye o potencia una bioquímica específica, que alimentará todas las células de mi cuerpo. Entonces lo primero que yo me preguntaría, conócete a ti mismo-, si yo ya sé que el enojo es falta de complacencia, ¿En qué no me estoy complaciendo? y ahí está...

Saber de sí­, tiene que ver con otra enseñanza que por años ha prevalecido aquí­, un regalo de nuestro maestro Gandhi, el cí­rculo virtuoso de la paz, si usted tiene paz sabe realmente lo que quiere, y si sabe realmente lo que quiere, entonces sabe cómo conseguirlo, y si lo consigue, aumenta la paz. Y yo digo en este momento, aumenta la complacencia. ¿Acaso esto no es autoconocimiento?

A mayor resistencia mayor sufrimiento. La resistencia es un sí­ntoma de que aún no he aprendido lo que determinada circunstancia me quiere enseñar y la resistencia ayuda a que ésta se quede en mi vida, pero yo tengo la voluntad de cambiar. Entonces cuando mi conciencia ya me ha permitido reconocer la circunstancia, asumiendo que yo mismo la he creado, reconozco que tengo el poder de cambiarla.

Ahora les voy a pedir algo más, -esto es autoconocimiento-, se van a preguntar con un poco de vehemencia y determinación ¿qué creencia hay en mí que ha creado esta circunstancia? Detrás de cada circunstancia de la vida hay una creencia en relación a mí ­mismo o hay un miedo, la invitación es a reconocer qué miedo hay, qué pensamiento la ha creado.

Imaginen a un niño que vivió con su madre y el padre les abandonó, toda su vida este niño ha oído a su mamá decir que su papá es un hombre irresponsable, que su papá es un hombre malvado, que los hombres realmente son de poco fiar y esta persona cuando es adulto nunca logra concretar sus planes y está muy enojado porque no alcanza sus metas, imaginemos que está sentado en este lugar y está trabajando con esa situación y se dice así mismo. -Es que yo no puedo concretar mis planes- Y se está preguntando a sí ­mismo ¿qué creencia hay dentro de mí? Y la creencia que está ahí­ -yo soy tan malo, tan irresponsable como mi padre y no merezco sino un castigo- esto sólo es un ejemplo para ayudar en la búsqueda que está haciendo usted, ¿Dónde está el origen de las circunstancias? ¿Qué pensamiento consciente o inconsciente está en mí, que me ha llevado hasta este lugar? Entonces descubro esa verdad y cuando descubro esa verdad yo puedo crear un pensamiento antídoto.

¿Cómo es eso Jorge? Un pensamiento antídoto es un pensamiento que disuelve el pensamiento que da origen a las circunstancias y entonces si en mi inconsciente he descubierto que quiero castigar a mi papá en mí, yo empiezo a hacer un pensamiento consciente de merecimiento, yo si merezco.

Cuando encuentro el pensamiento que da origen a la situación, he encontrado el hilo que hay que jalar, si no sabemos desde donde vienen las circunstancias que lo generan, si no identifico los pensamientos que originan mis malestares, es que éstos son inconscientes, pero con un poco de silencio y auto observación yo sí­ puedo descubrirlos.
Me formulo la pregunta a mí­ mismo y me doy el tiempo de escuchar y de sentir la respuesta.

Otro ejemplo, alguien dice, al elegir un aspecto de mi vida que me molesta y quiero transformar, reconozco que mi vida está llena de estrés. ¿Qué hago? El estrés es producto de la falta de confianza. Yo sugiero, hay que abrazar el estrés o el dolor, según el caso... hay que amarlos y aceptarlos.

A lo que eligieron hay que decirle "yo te quiero mucho, yo te quiero mucho y yo sí te puedo aceptar", "Abrazo con amor ésta circunstancia de mi vida [decir la circunstancia] y asumo y acepto que es mi creación" como tarea, al menos al despertar y al acostarse traer ésta circunstancia de mi vida y decir la frase, y observar lo que siento cuando lo digo y observar cómo se va modificando. La aceptación trae poder de transformación,  el no resistirme, el vencerme a la circunstancia y aceptar que está ahí, trae el poder de transformarla, se llama confianza en el proceso de la vida.

La tarea es trabajar con la confianza en el proceso de la vida y si a lo largo del día me asalta el pensamiento de la resistencia le vuelvo a decir "te abrazo con amor y asumo y acepto que eres mi creación" después de veintiún días tendrán cambios extraordinarios, que en realidad son su propia creación. Abrazo con amor todas las circunstancias de mi vida, asumo y acepto que son mi creación.


Jorge Berroa por intermediación de Leticia Bernal